19 oct 2016

Feminazi / Violencia en la relación de pareja.

Solía ser de las personas que no son partidarias del feminismo porque "creen en la igualdad". Solía pensar en las feministas como personas extremistas y traumadas; me mantenía alejada del tema, segura de estar en la postura correcta. Solía encontrarme ciegamente en una relación violenta.
Salí de ésta con una hija. Nunca he sido religiosa, de hecho fui atea por mucho tiempo pero tampoco creo en las casualidades. Creo en que tuve una hija, una mujer, para entender el feminismo.

La violencia de género está normalizada, maquillada. Es por eso que quien la señala es juzgado de "feminazi". Después de vivir con secuelas, después de tener que tragarme el miedo a poner en riesgo la integridad y salud emocional de mi hija, por el cariño y derecho que todos los niños tienen de ver y convivir con su padre. Después entendí que las "feminazis" no son crueles ni agresivas, sólo están hartas. Sólo son mujeres que han vivido la violencia de género quién sabe en qué formas y cuántas veces (y lamentablemente no sólo las feministas). No defiendo la hostilidad ni las incongruencias ideológicas, pero sí entiendo que después de vivir con miedo, todo en el mundo te parece riesgoso. Entiendo que es un mecanismo de defensa, entiendo incluso que si algunas han decidido renunciar totalmente al sexo opuesto, ha sido por desesperanza.
Y no es que la mujer sea víctima sólo por ser mujer. No es que la mujer no sea capaz de ejercer violencia, de hecho por increíble que parezca parte de la misoginia más común viene por parte de las mismas mujeres, pues nos educaron para competir entre nosotras por la atención y el reconocimiento de los hombres. Nos educaron para servirles, para aguantar. Sí, para aguantar. 
Por eso es normal que tu novio te ignore porque así son los hombres, pero si tu lo ignoras eres una perra. Hay que aguantar. Porque es natural si te es infiel alguna vez, tienes derecho a enojarte pero vas a volver con él cuando todo pase, pero si tu le eres infiel eres la peor de las putas para siempre. Hay que aguantar. Aguantar sus bromas pesadas, sus pellizcos y/o mordidas, aunque te deje marcas o no te guste. Aguantar su indiferencia ante tu vida, tus gustos, incluso a veces ante tu presencia. Aguantar sus ganas de tener sexo aunque tu no las tengas; aguantar y complacer. Porque lo amas, porque no quieres perderlo, porque si lo pierdes va a llegar otra (competencia), porque lo necesitas para ser feliz. 

La indiferencia en una relación es violencia, las críticas, las prohibiciones, las posesiones, los chantajes, todo lo que duele es violencia, y si se vuelve crónico puede empeorar hasta dejar graves secuelas físicas y psicológicas. 
No es un tema irrelevante, este es el poder que le otorgamos al género, y es un poder respaldado por la sociedad de tal magnitud que lleva a los hombres a sentirse dueños del género femenino, a sentirse con derecho sobre cualquier mujer en cualquier circunstancia. Incluso sobre su vida.

Odiar a los hombres no es feminista; no es feminista prohibirle al violento padre de mi hija que la vea. No se llama feminismo porque busque el beneficio de las mujeres, se llama feminismo porque las mujeres no vamos por ahí violando y asesinando hombres impunemente, porque las mujeres no tenemos posiciones importantes en sociedad que nos permiten comprar esclavos hombres y niños, porque una mujer de cuarenta años no va manoseando a un chico de dieciséis en el metro, porque un hombre no sabe lo que es el miedo a ser abusado sexualmente, porque nadie debería de vivir situaciones de violencia física o psicológica y sin embargo para las mujeres es lo normal, porque una mujer violenta es una puta perra, pero un hombre violento también es lo normal.


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